Como había mencionado en la entrada anterior, ya regresé a Santiago. Después de haber armado nuevamente mi pieza (cosa que tomó una tarde entera), me vine a el departamento de mi amor. Se podría decir que estos días han sido de verdad días de descanso y relajo. al fin pude dormir como gata la tarde entera sin mayores interrupciones, lo mismo en la mañana.
No hay nada más rico que disfrutar de las cosas que más te gusta hacer, por ejemplo, dormir, ver unas buenas series en el Animax, arrendar algunas películas, conversar y comer rico.
Con respecto a las películas, esta vez las elegidas fueron: Héroe, El Laberinto del Fauno y Conquistadores.
Hoy en la tarde regreso a mi casa,pero me voy contenta.
Ahora queda disfrutar los días de Febrero que restan.
Saludos varios.
La idea una vez que salí de vacaciones era descansar lo más que pudiera y a la vez conocer otros lugares de Chile. Ya durante el año habíamos estado conversando con Jaime la posibilidad de viajar a Osorno, su ciudad natal, afortunadamente se dieron las cosas y pudimos concretar un viaje. Además se agregó la posibilidad de asistir a un matrimonio, así que ya habría algo más entretenido que contar.
Partimos...el viaje de doce horas me dejó agotada, pero con ganas de conocer lugares nuevos, llenos de verde y aire puro.
El matrimonio estuvo alegre y entretenido, claro que el frío que hacía cuando salimos del lugar me dejó helada.
Después de ese día nos dediamos a viajar a distintos lugares, aprovechando el día. Así conocí Frutillar, Valdivia y un lugar llamado Aguas Calientes.
En Frutillar y Valdivia pude ver lagos hermosos y artesanías por montón, además de muchos lugares donde vendían kuchen.
Pero lejos lo mejor fue cuando fuimos a Aguas Calientes y nos pilló la lluvia caminando por lo senderos entremedio del bosque. Si bien nos mojamos y yo casi me congelo, el hecho de ver ese bosque enorme, húmedo y verde y la lluvia como una cortina fue algo que merece la pena recordar.
Después de terminar nuestro tour por los alrededores de Osorno, fue el turno de ir a la playa, es decir, Maicolpué. Allí sólo me animé a ir a la playa un día y estar bajo el sol sin meter ni un dedo al agua. Obviamente Jaime se metió al agua y estuvo feliz de la vida, como si se trataran de aguas termales.
Pasaron los días y llegó la hora de regresar a Osorno por un día más, para después tomar el bus de regreso a Santiago. Nuevamente viajamos de noche, pero con más bultos que de ida, así que llegamos más que cansados al departamento.
Ahora estoy en la casa de mi amore, muerta de sueño igual, pero feliz al fin y al cabo, de haber pasado buena parte de mis vacaciones con él. Eso no quita que lo haya pasado igual de bien o mejor en la casa de mi hermana Paola en La Serena, donde se siempe tendré un lugar al cual llegar. Como siempre quedo con la sensación de que el tiempo me falta como para poder repartirme entre todos los lugares donde quiero estar y las personas con las que quiero compartir.
Pero en fin...en resumen, se podría decir que han sido unas excelentes vacaciones.
Mañana regreso a la pensión y me toca armar mi pieza nuevamente (uuuuffff).
Eso sería por ahora, a modo de inauguración.
Cariños a la gente que estimo y amo.
Chao.
P.D: Starbucks ñam!!!! Gracias amor.
